¿Qué es el Reiki?
El término Reiki se compone de dos palabras japonesas. Ki hace referencia a la energía vital.
Es una energía que tiene que ver con el principio creador, con el sustento de la vida y el espíritu.
En Japón se llama Ki, en la China Chi, en la India Prana…
Equilibrar esta energía y conseguir que fluya adecuadamente es el objetivo del Chi-Kung y el Taichi, del Fengu-Shui, de la acupuntura y el masaje Shiatsu, de la Medicina Tradicional China y de la medicina ayurvédica india.
El Reiki es un tipo especial de esta energía. Rei hace referencia a la inteligencia y la voluntad que anima este poder creador, a lo Espiritual, a la Luz que en la tradición occidental podríamos llamar el poder del Bien.
Así, Reiki es tu tipo de energía espiritual muy refinada, inteligente y completamente integrante de la luz. Esta energía despierta y alimenta nuestra capacidad de curarnos físicamente, de sanarnos a cualquier nivel, de ser mejor personas…
La energía Reiki es el núcleo de un sistema de sanación natural que sana a niveles físicos, mentales, emocionales, espirituales y kármicos.
Para disfrutar de esta terapia solo se necesita un lugar tranquilo y un practicante que proporcione una sencilla sesión de imposición de manos.
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La práctica del Reiki
Un terapeuta tiene la capacidad de conectar con la Energía Espiritual, el Reiki, presente en todo lugar, canalizarla a través de su cuerpo y hacerla llegar al paciente.
Para poder hacer terapia Reiki, una persona se ha sometido a un entrenamiento en varios niveles y una serie de iniciaciones.
Pero lo más importante es que ha aceptado y practicado unos principios de desarrollo personal y espiritual.
Cualquier persona puede ser practicante de Reiki, siempre que se haya sometido a las iniciaciones que le despiertan la facultad (presente pero dormida en todas las personas) de canalizar la Energía Espiritual y que hayan practicado para consolidar esa capacidad para ayudar a los demás.
Como terapia natural, pertenece al grupo de las medicinas holísticas. Estas se diferencian de la medicina científica occidental en que prefieren tratar las causas en lugar de los síntomas, en que prefieren métodos sutiles para promover el equilibrio que provocará un estado de salud, antes de métodos drásticos que pueden llegar a extirpar el problema del cuerpo y, sobre todo, en que tratan al ser humano como un todo con unas características y una vida que justifican una dolencia y que tratan integralmente esa vida y no como un simple portador de una enfermedad que debe ser eliminada sin necesitar preguntar nada más sobre las condiciones en que vive ese portador.
Reiki, por su origen oriental, se complementa perfectamente con diversas escuelas de pensamiento filosóficas y religiosas orientales.
También lo hace con las medicinas oriental: china, ayurvédica… Ahora bien, para practicar Reiki hay que aceptar unos principios generales de desarrollo personal y la existencia de la Energía Espiritual, que forma parte de nuestro cuerpo.
En ningún momento hay que aceptar ninguna otra creencia y es compatible con cualquier religión.
Para recibir una sesión de Reiki no hay que tener ninguna creencia en especial; solamente creer en la capacidad de ayudar del terapeuta, tener voluntad de sanar y dejarse mimar.
Razones para aprender Reiki
Usui Reiki Ryoho es una filosofía y un estilo de vida. La formación de Reiki es una oportunidad de vivir una vida de salud, felicidad, armonía y plenitud.
Estas son algunas razones por las que aprender Reiki:
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- Podrás realizarte a ti mismo tratamientos de Reiki, para mejorar tu salud física, emocional y mental.
- Podrás realizar tratamientos a tus seres queridos, familiares, amigos y conocidos. El cuidarse los unos a los otros es una experiencia bellísima y enriquecedora.
- Las técnicas energéticas de meditación y respiración reforzarán tu organismo y te llenarán de paz.
- Podrás tomar consciencia de tus bloqueos emocionales y energéticos.
- Aprenderás que somos seres energéticos que nos relacionamos con energías armónicas y desarmónicas.
- La tranquilidad y la felicidad estarán a tu alcance en el momento cotidiano. Simplemente has de tomar una decisión y empezar a cambiar tus conductas y percepciones.
Lo más importante es que tomarás consciencia de tu proceso de evolución personal, podrás ser responsable de tu propia sanación. Accederás a una vida mejor.
Es cierto que la práctica de Reiki no es para todas las personas. Algunas deben esperar antes de tomar la responsabilidad. Otras se apoyarán siempre en otras personas, como seres cercanos o terapeutas, pero nunca se interesaran por aumentar su nivel de consciencia y tomar las riendas de su vida y su proceso evolutivo.
Sólo nos resultará útil si estamos dispuestos a hacer mejor nuestra vida, cambiando nuestro día a día. Así que cada uno debe preguntarse: ¿Ahora es el momento adecuado para mí?
Solo por el hecho de realizarte esta pregunta, significa que tienes una serie de inquietudes personales que hacen casi seguro que necesitas dar un paso adelante y entrar en el mundo de Reiki.
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Razones para recibir Reiki
Las razones para recibir Reiki son innumerables. Reiki puede ayudarte en multitud de aspectos y circunstancias:
Su principal y más rápido efecto es calmante y relajante. De esta manera resulta un gran recurso contra el estrés. Calma la mente y disminuye la tensión. Así el receptor puede superar la fatiga y el bajo rendimiento físico y emocional.
Equilibra las emociones, aunque sea a través de una toma de consciencia. Puede que el receptor tenga que liberar muchas emociones: tristeza, rabia, dolor, resentimiento, culpa… pero una vez liberadas el receptor está en paz.
En cambio, si se mantienen estas emociones y formas de pensar, nos van carcomiendo por dentro. Reiki te conecta con tu capacidad de perdonar y perdonarte.
Ayuda a ver las cosas con más claridad, con menos implicación emocional, con tranquilidad y serenidad.
Así el receptor puede empezar a tomar las decisiones correctas y tomar responsabilidad. El grado de preocupación disminuye al ser más capaz de solucionar los problemas con aceptación, tranquilidad y efectividad.
Por todos estos efectos, es de gran utilidad para prevenir los inicios de depresión, y como un gran recurso en el tratamiento de depresiones antiguas. También es muy útil en los casos de angustia y ansiedad.
Facilita un estado de tranquilidad, felicidad y optimismo. Los problemas no parecen tan graves y surge una fortaleza interior desconocida hasta ahora. La imagen de uno mismo también mejora y se torna más positiva. Permite aceptarse a uno mismo y emprender las mejoras que cada cual necesita
Ayuda a transformar hábitos y patrones de conductas. Es de utilidad en casos de abuso de sustancias o de dependencias emocionales.
Aumenta las defensas fortaleciendo nuestra respuesta inmunitaria y disminuyendo muchas enfermedades. Favorece las funciones hormonales regulando todo el sistema endocrino
Provoca una depuración de toxinas, favoreciendo el sistema digestivo y la piel. Mejora el sistema respiratorio y el circulatorio. Todos los órganos se regulan y se fortalecen.
Refuerza el organismo en general en recuperación de enfermedades o lesiones. Mejora la calidad de vida en convalecencias o quimioterapia. Es un apoyo importante en casos de fibromialgia o fatiga crónica.
En caso de enfermedades crónicas o discapacitantes, ayuda a aceptar la enfermedad frente a la negación, la resistencia, el desánimo y la depresión. Aumenta nuestra capacidad de adaptación y de innovación.
En épocas de confusión y desaliento, muchas personas tienen la sensación de encontrarse o reencontrarse a sí mismos. Ayuda a relacionarse con uno mismo con más tranquilidad y objetividad. Mejora la sensación de conexión con el entorno familiar, social y natural.
Estas son solo algunos de los efectos positivos de Reiki. Si no te sientes bien, si buscas paz o equilibro, si quieres mejorar tu salud o calidad de vida… Reiki es la ayuda que necesitas.
